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Me dolía tanto fingir estar bien cuando en realidad me moría por dentro.
Me dolía tanto estar bien y que alguien destruyera mis ilusiones.
Me dolía tanto que esos momentos de felicidad acabaran tan pronto.
Me dolía tanto cuando esperaba y esperaba y no tenía respuesta.
Me dolía tanto que los momentos de tristeza se vieran superados por los de alegría, pero los momentos de alegría eran tan buenos que superaban a los de tristeza.
Pero lo que mas me dolía, era que lo volvería a hacer, 100 e incluso, 400 veces.
También se que me volvería a arrepentir...¿Y qué? A nadie le importaba.

Y poco a poco aprendí, que la vida es dolor...pero las alegrías sanan las heridas, y yo...estaba llena de cicatrices.